Envigado (A-Pin). Habitantes del edificio Galán, en el barrio San Marcos, sostuvieron anoche una reunión para discutir el caso de una vecina que adquirió como costumbre poner a funcionar la lavadora en horas de la noche. “El problema es que en este edificio se oye todo, entonces imagínese cómo se sentirá el motor de una lavadora a medianoche”, afirmó Rosa Orozco, dueña del apartamento donde se produjo la reunión. Edgar Marín, novio de otra propietaria, declaró: “Está uno viendo televisión o durmiendo cuando de pronto empieza el chorro de agua y después tratratra, ese aparato funcionando”. Según se supo, los residentes sospechan que “para colmo de males”, la mujer tiene un electrodoméstico viejo, “ni siquiera debe ser digital”, por lo que el ruido es más fuerte. Sobre la reunión, la arrendataria Olga Ceballos explicó: “La idea es delegar a alguien para que le diga, por eso no la invitamos”, y agregó que sólo faltaron “los viejitos del primer piso”: “Dizque nunca han escuchado nada”, anotó. A-Pin esperó hasta pasada la medianoche para hablar con la acusada, pero ésta nunca llegó a su domicilio.