Medellín (A-Pin) Ayer en la tarde, la joven Margarita Peña, empleada de un reconocido negocio de helados, alcanzó a llamar en voz alta a quien por un instante creyó que se llamaba “Noquiso”. Según Julio Gómez, quien se encontraba en el local con su familia, “la señorita se acercó al mostrador con un helado en la mano y gritó “¡Noquiso!”, pero ahí mismo se pausó y se acercó a preguntarle algo a la cajera”. Al respecto, Margarita declaró: “¡Ay, no, qué pena! Es que la niña de la caja siempre anota el nombre de los clientes en el recibo cuando hacen el pedido, pero este cliente no quiso decirlo y por eso ella escribió “No quiso” en el papelito”. La cajera del negocio, la señora Lucía Maldonado, corroboró esta versión, y agregó: “Es la primera vez que un cliente se niega a decir el nombre, pero por favor no le diga nada que se ve como muy serio”, dijo, mirando de reojo hacia donde se encontraba el hombre. Este diario intentó entablar un diálogo con el sujeto, de unos 40 años, musculoso y con una camiseta ceñida al cuerpo, pero, efectivamente, no quiso dar ninguna declaración.