Alicante, España, Octubre 16 de 2009

Ayer en la mañana, el joven poeta Miguel Ángel Piquillo, de 17 años, quedó muy decepcionado al conocer que su nombre no estaba entre los premiados del XXV Certamen Poético Villa de Miranda. “Hace una semana me comunicaron que estaba entre los diez finalistas y, claro, me hice la ilusión”, declaró. Su madre, María Mercedes Solana, también se mostró disgustada: “Los poemas de Miguel Ángel son muy bonitos y merecían el primer premio”, aseguró tajante. Sin llegar a realizar ninguna acusación concreta, el joven lamentaba que “en este tipo de concursos siempre prima el enchufe*”. Consultado por A-Pin, Romualdo Peña, portavoz del jurado, aseguró la limpieza del certamen: “El poemario de Miguel Ángel era excelente para su corta edad, pero hubo otros que estimamos mejores”, afirmó. A pesar de la desilusión, Miguel Ángel no pierde la esperanza y piensa seguir presentándose a concursos: “Más tarde o más temprano se reconoce la genialidad”, se despidió, mientras su madre le llamaba a cenar. (Para A-Pin, informó Fernando Remitente)

*En España, trabajo, dignidad o prebenda a la que se accede sin merecerlo, gracias a los buenos contactos, amistades o conexiones (enchufes). En Colombia, este fenómeno se conoce como ‘Rosca’… «Lo malo de la rosca es no estar en ella…».