Medellín, junio 12 de 2009

Tras escuchar una conversación entre dos mujeres en el bus que lo llevaba al trabajo, el ingeniero forestal Javier Rodríguez decidió cortarse los pelos de la nariz tan pronto regresara a casa. Según le contó Rodríguez a A-Pin, nunca se le había ocurrido que los vellos nasales fueran importantes para el sexo opuesto: “Me impresionó mucho oír decir a esas muchachas que un amigo les parecía asqueroso porque tenía la nariz llena de pelos, y que les daba vergüenza sugerirle que se los cortara por miedo a que se sintiera mal.” Este reportero constató que Rodríguez, de 35 años, es dueño de unas fosas nasales bastante pobladas: “hace como unos seis o siete años que empezaron a crecer así, y hace como cuatro años que se asoman”, aseguró. Anoche, Rodríguez se quejó de que a pesar de haberse cortado las puntas de dicho pelamen, el exterior quedó al ras, en una especie de “efecto cepillo”. Marina Oquendo, cosmetóloga consultada por A-Pin, le recomienda a Javier cortarlos más adentro pero de forma moderada, y retirar algunos con pinza, conservando la protección contra el polvo y las impurezas del aire. (Para A-Pin, informó Tumadre)