En la avenida 33 con calle 76, un nutrido grupo de personas, principalmente adultos mayores, pusieron sus bolsos y mochilas en el piso para marcar sus puestos en la fila que los conduciría a las puertas de una agencia distribuidora de sillas masajeadoras. El negocio, que funciona hace más de dos años, tiene como estrategia comercial ofrecer masajes gratis algunos días de la semana, y según conoció este diario la gente comienza a llegar desde las 4 de la mañana, a pesar de que el local abre a las 8:00 a.m. Doña María Inés, una mujer que madruga hace más de 8 meses para aprovechar la promoción, asegura que mientras los bolsos esperan, hay personas que se van a dar una vuelta o que incluso asisten a misa. «Los que se quedan nos ponemos a chismosiar, a leer el periódico y a cuidar los bolsos», dijo. Esta reportera fue testigo de que cuando la fila empieza a avanzar, los presentes le van corriendo el bolso a sus compañeros. (Para A-Pin, informó Pipapuz)
Qué viva la gente honrada!
Eso si es solidaridad y respeto!!!
Excelente noticia, ésto sólo se ve en Medellín!
¡Que bien! Estas son las noticias que te hacen pensar y sentir que no todo esta perdido.
Nunca me imagine que eso pudiera pasar en un pais donde las leyes de la papaya se cumplen tan bien. Bien, estoy de acuerdo con Abril.
es muy inteligente, en los bancos un debería dejar haciendo la fila un cheque o una montaña de billetes.