Medellín, julio 1 de 2010

Esta mañana, la niña de tres años María José Mendoza le planteó a su papá, el ingeniero de sistemas Ramón Mendoza, una serie de interrogantes que la condujeron a pedirle que trabajara más. “Todo empezó porque le pregunté qué quería que le trajera de mi viaje a Bogotá, y me dijo que un pony y una Barbie”. Mendoza asegura que en ese momento entendió que no debió haberle preguntado “algo tan general”, y le explicó que sólo podía traerle dulces o cosas pequeñas, pues “un pony y una Barbie son cosas caras, que cuestan mucha plata”. Según lo corroboró su esposa, Gabriela Medina, ante estas palabras la niña respondió: “¿Entonces me puedes traer mucha plata para yo comprar algo grande?”. Mendoza cuenta que después de reponerse de la risa, le explicó a su hija que para tener mucha plata había que ahorrar y trabajar mucho, a lo que la pequeña repuso: “Papi, entonces trabaja”. “Yo sinceramente creo que va a ser mejor hacer como los abuelos, que no se ponían con explicaciones ni razonamientos, porque mire a lo que puede conducir esto”, declaró preocupado, antes de tomar el taxi al aeropuerto. (Informó: A-Pin)