Un osito de peluche de nombre desconocido fue pasado a través del túnel de rayos x del muelle nacional del aeropuerto El Dorado de Bogotá. El juguete, hecho de tela y materiales sintéticos, no recibió trato distinto al de cualquier maleta o maletín, pues «el deber del aeropuerto es cerciorarse de que ningún pasajero lleve elementos peligrosos ocultos en sus pertenencias», como le dijo a esta agencia una fuente anónima. El pequeño oso, dentro del cual no se halló nada extraño, pertenecía a una mujer de unos 20 años, que al momento de ser abordada por A-Pin emprendió el trote de vuelta hacia la salida, pues, según indicó un empleado del lugar, pretendía abordar el vuelo con shampoos, aerosoles y cremas de potes grandes en su equipaje de mano, lo que está prohibido por la reglamentación aeronáutica. Para no perder sus productos cosméticos, la mujer prefirió regresar a la zona de recepción del equipaje para ponerlos en su maleta principal. Este diario quiso esperar su regreso, pero temió perder su propio vuelo Medellín-Bogotá. (Informó: A-Pin)