Esta tarde, el señor Élkin Escobar, contratista de una reconocida empresa de telecomunicaciones, aprovechó las labores de reparación de una línea telefónica, para llamar a su casa desde un teléfono público. El hombre, de 52 años, le contó a este diario que le gusta marcar a su hogar todos los días después de las 2:00 de la tarde para saber si su hijo Estíven, de 16, ya regresó del colegio: “Como perdimos a la mamá hace dos años me gusta estar pendiente. Menos mal que el pelao’ es muy juicioso y eso le da tranquilidad a uno”. Escobar, quien conduce el vehículo en el que se transporta el equipo, también contó que la línea telefónica averiada no era la correspondiente al teléfono público, sino la de la papelería contigua: “Nos avisaron hace un rato que ese número no estaba dando tono y vinimos a mirar qué es lo que puede pasar”, afirmó. A-Pin supo que el hombre, a pesar de trabajar para esa empresa, debió insertar una moneda de $200 en el teléfono para realizar la llamada, como cualquier otro ciudadano. (Informó: A-Pin)