Era un día lluvioso con luz brillante
El sol había invadido la sala de la casa
De Laura Cardona
Los rayos entraban por el balcón
Acariciando a Abril
Una gata blanca que dormía plácida
Encima del espaldar de una silla de mimbre
Mientras su ama esperaba varios amigos.
*
Laura, productora de eventos
Amante de los gatos
Ya había tenido como cinco
Entre ellos uno llamado ‘Yuyi’
El único macho
Que en realidad era de una vecina
“Que me lo prestaba allá en Cúcuta”.
*
La familia de Laura se vino para Medellín
Y ella se trajo la gata que tenía, ‘Minina’
Que se terminó perdiendo en una finca
Después llegó Aghata a su vida
Gorda, gris y dormilona
Nueve años de amor
Hasta que un vecino la envenenó.
*
Hubo llanto y dolor
“No quería tener más gatos,
es muy triste cuando se mueren”
Había sentenciado Laura
Pero un día
Sergio y Julia
Se le aparecieron en la oficina
Con una “bola de pelos”
Que quiso bautizar Abril.
*
Cuando llegaron los amigos de Laura
Aquel día de color extraño
La gata ya había saltado del sillón de mimbre
Andaba por ahí, atenta
Observando la gente
Que fumaba en el balcón
Sigilosa se fue escondiendo
Detrás de la cortina
Permaneció inmóvil varios minutos
Convencida de que nadie la veía
A pesar de que sus patas peludas
Se asomaban por el ruedo
O a veces se agachaba
Para mostrar sus ojos verdeamarillos.
*
De repente alguien se acercó
Y la gata brincó
Mostrando sus garritas afiladas
A través de la tela marrón
“Es el juego de ella,
esconderse para asustar”
Alejandra, hermana de Laura
Fue quien descubrió el jugar de la gata
Cuando estaba sentada en un sofá
Por eso, desde ese tiempo
Abril ya es bien conocida
Como “El monstruo de la cortina”.
—
«El monstruo de la cortina» antes de atacar.
—
Envigado, enero 31 de 2011. Por: Rule.
Esta es una historia perfecta…wow una perfecta descripción!
Tan bonita!
Tan bonita, protegiendo su territorio!
Que linda Minina!
Ianthe, Pancracia, Anna, qué bueno que comenten. Miau
Divina la foto donde asoma sus paticas
UN poema inédito, a demás de verso libre, pero tiene tendencia a ser escrito en prosa.
¡Qué hermosura de animal! La mía se esconde detrás de un baúl y ataca cuando yo paso