Una pelea de mediana intensidad tuvo lugar anoche en la residencia de los Arango Torres, en el barrio Robledo Miramar, debido a que uno de sus miembros no informó a tiempo cómo deseaba comerse su porción de morcilla. Según se estableció, el altercado se produjo cuando la señora Otilia Arango, de 56 años, decidió freír el alimento. “Juan Guillermo mi hermano se asomó a la cocina y empezó a destapar ollas, cuando vio la morcilla caliente ahí mismo dijo que le gustaba más fría”, declaró el ama de casa que cocina para los cinco integrantes de su familia. “¡Para qué no me dice con tiempo entonces!”, reclamó doña Otilia, quien explicó que la morcilla “venía fría de la nevera”. A su vez, Juan Guillermo, artesano de oficio, dijo que no sabía qué iban a cenar: “¿Acaso yo soy adivino pa’ saber que había morcilla? Aquí casi nunca se come de eso”, aseguró. Este diario conoció que el embutido fue un obsequio de Clara Emilia Durán, su vecina desde hace diez años. “Me sobró de anoche que vinieron mi hijo y mi nuera”, afirmó Clara, quien agregó que nunca fue su intención causar la riña familiar. (Para A-Pin, informó Juliana Marulanda)