Medellín (A-Pin). Una incómoda situación vivió anoche Gustavo Vélez, de 39 años, cuando un vendedor de flores le ofreció una rosa para que le obsequiara a la mujer con la que compartía en una pizzería al sur de la ciudad. “Es la segunda vez que salgo con Maritza”, declaró Vélez, quien luego afirmó que desde que vio acercarse al joven con las rosas presintió lo que iba a pasar: “Mari me estaba contando que le era muy difícil enamorarse de alguien y justo llega el pelao’ con las flores, el momento se me hizo eterno”, relató el hombre. Por su parte, Walter Mejía, mesero de la pizzería, explicó que el vendedor, conocido en el sector como ‘Garbanzo’, asumió que la acompañante de Vélez era su pareja: “Le insistía en que le comprara una rosa para la novia pero el man no decía nada y la pelada era mirando pa’l piso”. A-Pin conoció que fue una “invasión de pensamientos” lo que abstrajo al afectado: “Pensé que era un detalle bonito, pero ahí mismo pensé que podía parecer que la estuviera presionando y luego pensé que iba a quedar como un amarrao’* por no comprar la rosa”, dijo Vélez, quien al final no se hizo a la flor.

*Amarrao’: amarrado, avaro, tacaño. Persona que, aún teniendo plata, no compra ni un vaso de agua.