Quito (A-Pin). Esta semana, el profesor universitario Rafael Antúnez, de 58 años, se aprendió tres palabras en lengua alemana para comunicarse con un pastor alemán que le regalaron su esposa y su hijo mayor. “Hace tiempo quería un animal de estos”, declaró el docente. Antonio Rodríguez, criador y negociante de esta raza canina, indicó que, “por tener genes alemanes”, estos perros entienden algunas palabras claves. “Por ejemplo, si tu le dices Hopp, el perro salta, si le dices Platz el perro se acuesta, si le dices Angriff ataca”, explicó Rodríguez, quien también ofrece ejemplares de origen danés. “Ahí tendrías que aprender palabras danesas, que son menos complejas”, aseguró. Rosa Piloso contó que Antúnez, su esposo, pasó varias horas de esta semana en el computador: “Descargó un programa de fonética alemana para aprender sólo esas palabras y las practicaba frente al espejo”, dijo la mujer, mientras que Felipe Antúnez, hijo del afectado, se mostró preocupado porque el can, a quien bautizaron Rayo, no obedecía las órdenes que le impartía su padre. “Hasta me angustié cuando le decía Platz y el perro apenas movía las orejas”.