Cuenca, Ecuador (A-Pin). La profesora Celina Sánchez, oriunda del municipio de Gualaceo, provincia de Azuay, dejó que sus alumnos Raisa y Samuel remojaran sus cabezas en la fuente del parque San Blas, centro de la ciudad, al final de la jornada escolar. “Tenían mucho calor y todavía faltan varias cuadras para llegar a la casa”, informó la mujer, quien ese día se había comprometido con la madre de los niños a acompañarlos hasta su residencia. Al ser consultado sobre el hecho, Samuel afirmó: “No está fría”, refiriéndose al agua. A-Pin presenció el momento en que, tras la insistencia de la docente en retirarse del lugar, los niños sacaron sus cabezas del bebedero y siguieron el camino con sus gorras en la mano.