Manta, Ecuador (A-Pin). Ayer, Lorena Mayorga y José Luis Rodas, de visita en la ciudad durante el fin de semana, le dieron varias tiras de pescado a un gato callejero que se les acercó mientras almorzaban en el restaurante ‘El Dorado’, ubicado a orillas de la playa El Murciélago. “Cuando llegó nos asustamos. Jose se puso nervioso y era corriendo el plato y tapándolo por si al gatico le daba por robarnos”, contó Lorena. Según relató la pareja, cuando se acercaban al final de las viandas, que consistían en un filete de corvina a la plancha con ensalada, plátano frito y arroz blanco, ambos accedieron a compartir el pez. “Nos dio pesar, estuvo ahí sentado, mirándonos mientras comíamos. Hasta recordamos al gato de Shreck”, declaró Rodas, en momentos en que, con actitud más relajada y desde lo alto de la mesa, le lanzaba el último trozo de comida al felino de color castaño claro. “Le dieron como cuatro pedacitos”, informó Esperanza, mesera del lugar, quien informó además que el menú pedido por los dos turistas tenía un precio de cuatro dólares la unidad sin incluir la bebida. [Más A-Pin Viajero]
Dice una frase célebre algo así como que un gato que se quede mirando fijamente una nevera conseguirá que alguien venga y le de algo bueno para comer. Aquí, aún sin nevera, el gato lo logró. Me alegro por él y por ellos, por compartir el pescado.