Medellín (APin). Ayer, cuando se encontraba lavando el baño de su vivienda, ubicada en el barrio Blanquizal, occidente de la ciudad, la señora Aracely Ramos, de 45 años y vendedora de minutos de telefonía móvil, tuvo la sensación de estar viviendo una experiencia psicodélica. “Estaba lavando el baño normal y no sé si es que me pasé con el blanqueador porque empecé a pegarme un viaje todo raro, empecé a ver luces que venían y se iban, una cosa que me rodeaba por todas partes lo más charro*”, contó doña Aracely. Por su parte, Elkin Ramos, de 16 años y sobrino de la mujer, aseguró que notó a su tía muy extraña: “Entré al baño porque tenía ganas de orinar cuando la vi toda ‘trabada’ mirando pa’l techo y con los ojos todos raros”, declaró. Una fuente experta en químicos consultada por APin, explicó que la sensación se explica por el contacto excesivo con el hipoclorito de sodio del que está hecho el blanqueador o por la inhalación de sus vapores. Este diario conoció, al cierre de esta edición, que un baño de agua fría fue la solución para sacar a la señora Aracely del trance. (Informó EliBrun)
*Charro: gracioso, chistoso. En Colombia, y con mayor énfasis en Antioquia, parece ser que un hombre vestido de negro, decorado con hilos dorados por todos lados, sombrero gigante, bigote más ancho que su cara y enorme guitarrón, es sinónimo de “chistoso”.