(Medellín, APin) Cerca de las siete y media de la noche del pasado lunes, la estudiante de Ciencias Políticas Manuela Pérez, de 23 años, dejó pasar de largo el bus de la ruta que la suele llevar hacia su casa para no encontrarse con un rapero cristiano que trabaja cantando en el transporte público. “Yo no tengo ningún problema con los raperos, pero es que él siempre canta la misma canción y esta es la quinta vez que me lo encuentro”, expresó consternada. Luego de que el colectivo arrancara, esperó el siguiente y se montó. “Cuando no habían pasado ni cinco minutos el conductor paró de repente. Y se subió el rapero”, afirmó. El cantante le dijo a este diario que su interpretación se demora solo tres minutos y que se baja rápido de los vehículos. “Los conductores de la ruta me conocen y siempre me dejan subir”, contó. Esta reportera pudo establecer que desde aquel incidente, la pasajera frecuente no ha coincidido con el artista callejero en otro colectivo. (Informó: @danielasigma)