(Medellín, A-Pin) La puerta principal del Cementerio San Lorenzo, en el corregimiento de San Antonio de Prado, fue escenario esta semana de un intenso cobro de tiros libres sin barrera. Este diario fue testigo de cómo varios adolescentes azotaron con riflazos a uno de los más pequeños del grupo, que luego abandonó su lugar recriminando a los demás por el uso desmedido de la fuerza: «¡Si no pegaran tantos ‘quemonazos’* hubiera tapado más!», se le oyó decir, mientras se reintegraba al grupo de los cobradores. «¡Esos muchachos tienen canchas dónde jugar, pero les gusta es aquí!», declaró, sonriente, el señor Hernán Atehortúa, vecino del sector. «A veces se les va el balón allá adentro, y hasta de noche se meten por él», agregó, levantando las cejas. A-Pin pudo comprobar que la portería del cementerio hace las veces de arco norte de una pequeña cancha callejera, mientras que el borde del pavimento junto a la acera de enfrente es considerada la portería sur, tal y como se puede apreciar en la parte inferior derecha de la fotografía. Mientras esperaba su turno para rematar, uno de los futbolistas aseguró: «¡Y a veces jugamos hasta siete contra siete!».

*Quemonazo: acto de grabar en la piel de otro futbolista las estrías del balón.