Madrid, marzo 17 de 2009

Este domingo al mediodía, mientras la familia Calvo compartía el almuerzo que cada semana organizan los abuelos, Matías, el nieto menor, percibió un olor extraño en el comedor de la casa. “Mamá: el abuelo se hizo caca”, dijo el niño cuando se disponían a servir el tradicional cocido madrileño. Susana Calvo, madre del menor, confesó que ya había sentido el olor, pero no se había decidido a avisar “por vergüenza ajena”. “Tuve que castigar a Matías por decir esas cosas, pero por su comentario mi madre se dio cuenta de lo sucio que estaba el viejo”, le contó Susana a un reportero de A-Pin. Tras una pequeña discusión, en la que Abelardo Calvo aseguró no haber ensuciado sus pantalones, la familia descubrió que el penetrante olor provenía de su zapato derecho. “Esta mañana dio un paseo y seguramente pisó las heces sin darse cuenta”, dijo su esposa, quien prefirió omitir su nombre. Finalmente, la familia acordó contratar a una joven enfermera que cuide al abuelo. Abelardo prefirió no pronunciarse al respecto, pero mantuvo una ligera sonrisa en el rostro desde que oyó lo de “joven enfermera”. (Para A-Pin informó M. Franco)