Medellín, marzo 20 de 2009
Cinco minutos más de viaje tuvo que soportar la diseñadora gráfica Johana Puerta, cuando el conductor del taxi que había tomado en el sector de San Diego hizo giros innecesarios para llegar a su destino. “Si podíamos llegar derechito, no sé por qué dio tanta vuelta”, se quejó la mujer de 24 años. Mario Yepes, el taxista, le confesó a un reportero de A-Pin que efectivamente demoró el viaje. “Es que veníamos conversando muy bueno, yo le estaba contando una anécdota a la señorita pero como ya íbamos a llegar, doblé en un par de calles para alcanzarle a terminar la historia”, argumentó. A causa de los virajes, el precio de la carrera aumentó casi mil pesos: “A mí la plata no me importa, lo que me da rabia es la conchudez del taxista… ¡yo con bastante afán!”, manifestó Johana. El señor Yepes, viudo de 58 años, prometió que no volverá a prolongar los viajes, aunque lo que más le guste de su trabajo sea “charlar con los pasajeros”. (Para A-Pin, informó Rule)