Bogotá, abril 4 de 2009

En la tarde de ayer, a bordo de un colectivo que cubría la ruta Suba-Chicó, el joven Camilo Díaz tuvo que resignarse a ver a otro pasajero apoderarse de una moneda de 500 pesos a la que él ya le había “echado el ojo”. «Me subí al colectivo con otra gente y todos pudieron coger puesto menos yo. Entonces me quedé mirando pa’l piso medio rabón* y vi la moneda. Tan de buenas, pensé, todos cogieron silla y yo me gané el tesoro», le contó Camilo, estudiante de mecánica dental de 22 años, a un corresponsal de A-Pin. Un testigo –un hombre corpulento y de fuerte olor que prefirió mantener su identidad en reserva- aseguró haber visto al joven intentando recoger la moneda, “pero por el gentío que había en el bus no lograba a agacharse. Y cuando por fin intentó echarle mano se cascó** duro contra la puerta de atrás”, dijo. “Como yo ya me iba bajando pues aproveché y recogí los 500. Sirven ¿si o no?», agregó el astuto pasajero, quien procedió a abordar a un vendedor de tintos ambulante. (Para A-Pin, informó Juanito Banano)
*Enojado / **Cascar: golpear en la cabeza