Medellín, abril 7 de 2009

Ayer en la tarde, mientras era llevada en brazos de sus padres por el sector de Cosmocentro, la niña Julieta Villa, de 21 meses cumplidos, escuchó el primer tango de su vida. El hecho se presentó cuando, atraídos por el sonido de lo que parecía un bandoneón, sus papás se acercaron a un músico callejero que ejecutaba las notas de “Malena”, popular tango de Lucio Demare con letra de Homero Manzi. “Nunca había visto un bandoneonista callejero en Medellín, y me pareció bonito que Julieta lo escuchara, le gusta mucho la música…”, aseguró José Manuel Villa, aún absorto en la ejecución musical. Al terminar la pieza, Darío Lugo, de 63 años, aclaró que aquel no era un bandoneón sino un acordeón-piano, un instrumento de fuelle con teclas de piano en un lado y botones en el otro. Elvia Luz Duque, madre de la niña, comentó que lo que más le impactó fue ver cómo al principio Julieta sonreía e intentaba alcanzar el instrumento, “pero a medida que avanzaba la melodía, se fue retrayendo y terminó chupando dedo”. “Ay, mi señora, así es el tango: dulce, pero amargo, como la vida…”, sentenció Lugo. (Para A-Pin, informó Padre Responsable)