Envigado, 11 de abril de 2009
Anoche frente a la Iglesia de San Marcos, Juan Camilo Betancur, estudiante de Comunicación Social de la Universidad EAFIT, descubrió el motivo por el que su padre se pierde todas las noches, después de la telenovela. «No lo podía creer, él siempre nos ha dicho que no le gusta el helado, pero ahí estaba, comiéndose un Mimo* como si nada», manifestó el joven de 22 años, con una ligera expresión de desconcierto. Al verse descubierto, Luis Fernando Betancur se ocultó entre la multitud que se disponía a seguir una procesión, con tan mala suerte que se topó con su esposa y su hija, quienes iban un poco más adelante que el hijo mayor. «Yo qué iba a pensar que ese vergajo fuera a venir a la procesión, si a él nunca le han gustado esas vainas. Si hubiera sabido, lo hubiera invitado, de verdad que sí», se defendió Betancur padre. Al consultarle sobre el hecho, Ana Milena Restrepo, vendedora de Mimo’s, le dijo al corresponsal de A-Pin: «Ahora sí comprendo por qué ese señor siempre venía como de afán”. (Para A-Pin, informó Holbin)
*Mimo: reconocido helado de vainilla, apoyado en cono de galleta, generalmente recubierto con chocolate.