Ayer en la tarde, cuando alcanzaba la parte alta de una escalera de aluminio, el periodista Carlos Sáenz fue presa de un repentino ataque de pánico. El hecho ocurrió alrededor de las 3:30 p.m. en el Centro de Historia, a donde Sáenz había acudido a copiar fotografías antiguas para una investigación. “Él vino preguntando por fotos de don Floro Vélez, y como esas son de las que están más alto en los muros del salón le prestamos una escalera”, contó Aura Peláez, encargada del Centro. Dioselina Puerta, la secretaria, explicó que después de dejar al periodista solo, comenzaron a escuchar un ruido extraño y fueron a ver qué sucedía: “ese pobre señor estaba allá trepado con los ojos cerrados, con tanto tembleque que la escalera zumbaba como un gato recién bañado”, aseguró. Después de bajar con ayuda de ambas mujeres, el comunicador, de 82 kilos de peso, explicó aún pálido: “es que cometí el error de mirar hacia abajo cuando estaba terminando de subir, y pues me tocó parar un momentico a respirar y coger ánimos, pero no fue mayor cosa”, dijo, despertando una sonrisa en Peláez y Múnera. (Para A-Pin, informó Padre Responsable)