Ayer en la tarde, tras mover algunos cables en la sala de televisión de su casa, el estudiante de comunicación social Kevin Ortiz, de 23 años, terminó agitado: “Me tocó desconectar el DVD, conectar el VHS y cambiar las salidas y entradas de audio y video”, afirmó. La maniobra fue ordenada por su madre, Lucía, quien iba a utilizar el VHS, aparato que guardan en el cuarto útil: “Hace años que no vemos las bodas de oro de mi mamá y hoy que vinieron mis hermanas, las vamos a ver”, explicó. Jairo, su esposo, le contó a A-Pin que “funcionar” con el VHS es una “Odisea”: “Yo lo traigo pero no lo conecto, con ese espacio tan estrecho detrás del televisor es muy difícil, además Kevin es el que sabe de videos y eso”, aseguró. La tía Blanca fue testigo de la operación que “blandenguió”* a su sobrino: “Se agachó por un lado del mueble, con cuidado de no ir a tumbar nada, estiró las manos y en esa incomodidad bregó y bregó un rato hasta que funcionó la señal”. Al final, Kevin anunció: “Uj, voy a pasar todo a DVD con tal de no volver a ver este armatoste”, y con pasos acelerados huyó a su cuarto. (Informó A-Pin)

*Debilitó.