Medellín.

Esta mañana, cuando la joven Alexa Ríos fue al baño para lavarse la cara, notó que la lagaña que se había extraído de un lacrimal era azul: “¡Qué cosa más sicodélica!, ¿Será que anoche me convertí en la princesa de corazón y lágrimas azules? No, en serio, ¿O será una enfermedad?”, especuló con gracia la estudiante de Artes. Gloria, la madre, escuchó el escándalo y puso las arepas “en bajo” para asistir a su hija: “Ale crece y cada vez es más empalagosa, lo que le salió del ojo es pestañina o esas mirellas* que usan las sardinas**”. Por su parte, la joven aseguró que nunca se ha “pintoretiado”: “Me gusta mi cara así como es, tengo rasgos muy definidos y no uso maquillaje, soy linda así sencilla”. Acabando el desayuno, Gloria quiso esclarecer el episodio de la lagaña azul, pero Alexa clausuró el tema: “Era pintura”. Sin embargo, tras salir de la casa, le confió a A-Pin: “¿Cómo serán de hechizas las gotas que me eché anoche que me colorearon las lagañas!”, y, montándose en su bicicleta, confesó: “Se llaman Luz-Zul… Pero eso sí, por más colinos*** que tenga uno los ojos, se los deja blanquitos”. (Informó A-Pin)

*Especie de polvillo colorido y brillante que se adhiere a la piel.
**Jovencitas.
***Bajo los efectos de la cannabis.