Bolombolo, Antioquia, junio 23 de 2009

Ayer en la tarde, mientras departía con familiares en una finca, la señora Mery Castañeda, de 73 años, manipuló desprevenida un trozo de papel, creando al final un origami: “No puedo quedarme con las manos quietas, y aquí empecé a hacerle dobleces a una publicidad de fumigaciones que me encontré”. Felipe, un sobrino, fue quien descubrió la figura: “La tía Mery es demasiado charra*, estábamos conversando en el kiosco y de pronto puso algo en la mesa, parecía una rana pequeña”. Sin embargo, Tulio, otro familiar, aclaró que no era un anfibio, sino un crustáceo: “Se me hace que es un cangrejo, no tiene los ojos salidos, pero mire que es cuadrado”, dijo, empujándolo con el índice para que avanzara de lado. Por su parte, Mery aseguró que no maneja este arte milenario, de origen japonés: “No, la verdad no mucho, ¿Oregami?”, preguntó. Aunque el objeto zoomorfo fue blanco de burlas por parte de los adolescentes, Jacobo, su nieto de 4 años, sí mostró interés por el animal de papel. “Lo puso a manejar un carrito y todo, pero después lo tiró a la piscina y hasta ahí llegó”, confirmó Tulio. (Informó A-Pin)

*Graciosa.