Medellín.

Ayer en la noche, mientras veía una película en la casa de su novia, el cinéfilo Camilo Jimeno, de 25 años, trató infructuosamente de silenciar su estómago, pues desde que inició el segundo acto del film sus vísceras comenzaron a manifestarse. “De haber sabido que esto me iba a pasar, hubiera alquilado una cinta de acción que no dejara oír el ajetreo de mis tripas… Pero hoy no pude elegir una peor”, dijo Jimeno, refiriéndose a la película danesa El escaparate, “donde no hay casi música y los personajes a duras penas hablan”. Según contó Ana, el estómago de su novio empezó a sonar luego de que su madre ofreció unos pasabocas: “Nos fritó unos palitos de queso para que no nos diera hambre pero apenas nos los comimos, le empezaron a sonar las tripas”, declaró la mujer. A-Pin habló con Alejandro, cuñado de Jimeno, quien confirmó lo dicho por su hermana, y agregó: “Con la película bien silenciosa y aburridora, lo que hicimos fue cogerlo de parche*”. Sobre el por qué los palitos no le calmaron el hambre, Camilo afirmó: “Estaban ricos pero muy pequeños… Y me abrieron el apetito”. (Informó A-Pin)
*Blanco de burlas.