Medellín, julio 21 de 2009

En la mañana de ayer, el niño Nicolás Vélez, de 4 años, despertó a sus padres en medio de un leve acceso de llanto. Según su madre, Juana Gómez, a pesar de las preguntas el pequeño tardó en explicar qué le ocurría: “estaba mudo, congestionadito, y pensé que había tenido una pesadilla, entonces lo abracé hasta que se fue calmando”. A su vez, Miguel Vélez contó que al sentir el llanto de su hijo estiró una mano y, aún dormido, comenzó a acariciarle la cabeza hasta que pudo hablar: “casi no descifro lo que decía, pero cuando logré entenderle casi suelto una carcajada. Menos mal que me controlé y de inmediato comencé a tomar las medidas pertinentes”. A-Pin pudo establecer que el origen de la tristeza del menor se debió a que nadie le había explicado el significado de la expresión “día de fiesta”, situación que le generó falsas expectativas con respecto al día festivo celebrado ayer*. Según Juana, las primeras palabras comprensibles del menor le “partieron el corazón”: “no se me va a olvidar nunca cuando dijo: “mamá, tú dijiste que hoy había fiesta y era mentiras”. (Informó: A-Pin)
*En Colombia, cada 20 de julio se conmemora el día de la independencia.