Medellín, julio 23 de 2009
Esta madrugada, el publicista Rogelio Toro dejó caer una gota de tinto caliente sobre una hormiga. Según Luisa Marín, creativa de la agencia Ojo Blanco, Toro, de 34 años, había pasado cinco minutos frente al fogón de gas en la cocineta, “pendiente de la olla del café porque la cafetera se dañó el martes”. A-Pin habló con Toro, quien explicó que en medio de su somnolencia vio una hormiga cerca del lavaplatos y tuvo una idea: “Bañarla en tinto. Cuando el café ya iba a hervir, mojé la cucharita, le apunté a la hormiga y esperé hasta que cayó una gota. Quedó paralizada, pero empecé a soplar durito y la gota se fue esparciendo hasta que la hormiga llegó a una parte seca y movió una pata”, relató. El redactor Camilo Chaparro, quien acudió a la cocina llamado por Luisa, cuenta que “la hormiga se recuperó pero quedó rara: caminaba rápido pero coja, y se veía más clarita y hasta más grande que la otras que había por ahí, aunque un poco más delgada”, aseguró. “Yo creo que el tinto le hizo efecto, y el calor la estiró”, especuló Toro, quien aseguró que continuará experimentando en esa línea. (Informó: A-Pin)
Tocará llamar a PETA. Primero fue la caza de Pepe el hipopótamo, y luego esto… estamos pasando los límites de Pinocho.
A propósito, hay un cuento de Katherine Mansfield, La Mosca, con una historia que tiene un leitmotiv muy similar al al reportado por la Agencia; a quien interese…
Foro A-pin:
Los cuentos de los publicistas son los mejores.
Coyinyo:
De acuerdo. Si el tamaño de un animal no fuera un factor tan determinante en la cantidad de compasión que despierta en la gente cualquier atentado contra él, este caso iría directo a las portadas de los grandes diarios. Pero como la vida es la vida, para estos casos está A-Pin.
Excelente la recomendación. Para que se antojen, aquí va un fragmento:
"En aquel momento el jefe se dio cuenta de que una mosca se había caído en el gran tintero y estaba intentando infructuosamente, pero con desesperación, salir de él."
Y aquí, el cuento completo:
http://www.literatura.us/idiomas/km_mosca.html
Esteban: de hecho, los publicistas viven metiendo cuentos…
estos manes son los propios, gracias por el cuento
Bacanísima esta nota!
me pregunto si la hormiga alcanzaría a ingerir algo de cafeína y pasó la noche en vela…
saludos y gracias por la buena energía.
Sergio:
Sí, lo somos (los propios). Ahora nos falta saber los propios para qué…
PD. Siquiera te gustó el cuento, lo recordé de inmediato con esta historia.
Cuanto vivió la hormiga después de esto?, quedó con algún problema de visión?, o les olió dulce a sus compañeras y se la comieron?…..
que pesar…!
Me parece una historia cruel, no importa lo pequeñito o repulsivo del animal, todos los seres sensibles temen a la muerte, ninguno quisiera ser torturado.
Matar es matar, no importa el tamaño de la victima,
torturar es torturar.
Aunque te sientas superior.
Talvez así le parezcas al piloto de un avión de combate que sobrevuele tu casa.
Talvez arroje una bomba sobre tí y luego le parezcas cojo, o algo cocinado.