Medellín, agosto 1 de 2009

Tras ser utilizado durante los últimos cinco años, un calzoncillo tipo bóxer de marca GAP, a cuadros azules con gris, fue desvirtuado esta mañana en trapo de cocina. “Es el calzoncillo más fino que he tenido, me lo trajo una tía de la Isla Margarita hace años y la verdad le di mucho palo*”, afirmó Santiago Gómez, estudiante de negocios internacionales y ex propietario de la prenda. La decisión de transformar el bóxer fue de Olga Rincón, madre de Santiago. “Estaba recogiendo la ropa del tendedero y me pongo a detallar y mire este calzoncillo como está ya de viejito, se está deshilachando, tiene un roto atrás y el resorte vencido”, explicó la mujer, quien rasgó la prenda con facilidad, y añadió: “Ahora sirve más para la cocina, aquí no sobran los trapos para limpiar y secar”. Sin embargo, para Santiago la metamorfosis del calzoncillo fue precipitada, pues “todavía aguantaba unas puestecitas, además el roto en la nalga era hasta sexy… Bueno, eso me decían”, declaró el joven, quien no tuvo más remedio que aceptar la situación: “¿Y qué voy a hacer? Si ya están limpiando regueros con él”. (Informó Rule)
*Lo usó de manera desmesurada.