Madrid.
Esta mañana, Pedro Jason Orduña, estudiante de música de 19 años, descubrió con poca sorpresa que lo que le había estado chuzando el tobillo izquierdo durante todo el viaje desde Medellín, había sido una pequeña piedra en su zapato. Según Pedro, “había llegado al aeropuerto de Rionegro después de haber estado toda la mañana tirando charco en El Salado*», con los amigos que le celebraron «la ida pa’ España”. Marcela Quiroga, su novia, quien lo acompañó en el viaje, declaró a este reportero que “él se había quejado como tres o cuatro veces de una piquiña, pero le daba pena quitarse el zapato porque todavía tenía mojadas las medias y de pronto tenía pecueca**”. A-Pin confirmó, después de una minuciosa investigación, que efectivamente, la piedra provenía de la quebrada Ayurá, en Envigado. El joven Orduña, entusiasmado por los resultados de la investigación, afirmó que la echaría al primer río que viera en Madrid. (Para A-Pin, informó Gerónimo Aranda)
*El Salado: parque ecoturístico del municipio de Envigado, Antioquia, donde la gente suele preparar sancochos y otras recetas autóctonas al borde de los charcos de la quebrada Ayurá. Charcos: represamientos de agua, generalmente naturales, en los que la gente se tira a lavarse el cuerpo antes y después del sancocho.
**Mal olor de los pies producto del sudor, la humedad y la falta de ventilación.
Foro A-pin:
Una piedra con aspiraciones. Sí, señor.
Mínimo por ahí en un año vuelve solita
pero con semejante viaje yo la volvería a traer….como reliquia…jaja!