Medellín, septiembre 30 de 2009

Ayer en la tarde, y luego de varias reuniones, el señor Camilo Taborda pudo sellar una venta de avisos publicitarios para el periódico en el que trabaja. Según Taborda, además de los continuos encuentros comerciales, lo que lo tenía nervioso era tener puestas unas medias de fútbol acompañando su traje. “Jugué un partido con mis compañeros de oficina en la mañana y no sé qué hice las medias del cachaco* que uso en el trabajo. No me quedó más remedio que usar las del uniforme del equipo. Son parecidas a las de River Plate”, precisó el vendedor, quien por la cercanía de la reunión con el partido no tuvo tiempo de comprar un par de calcetines de rombos que combinaran con su pantalón café. De acuerdo con Édgar Villa, jefe de Taborda, “el negocio pudo cerrarse, la comisión quedó para Camilo, y los anunciantes quedaron felices con el carisma del hombre”, declaró. “Claro pues que si la venta de avisos hubiera fracasado, no habría mencionado que mis medias iban hasta la rodilla”, aseguró Taborda, quien luego le confesó a A-Pin: “lo triste de la jornada es que mi equipo perdió por goleada, 7-1”. (Para A-Pin, informó Ave Rante)
*Traje formal. Uniforme de la vida corporativa: consta de saco y pantalón de paño, camisa, corbata, zapatos de cuero, y una conciencia de bolsillo. Ah, y calcetines. Los de rombos son habituales.