Medellín, octubre 26 de 2009

Hoy a las 5 de la mañana, el funcionario público Fernando Correa decidió ignorar el sonido de su despertador y dormir una hora más. “A partir de este año me voy a relajar, y el resto del mundo que espere. Yo ya he trabajado mucho y es hora de la recompensa”, afirmó Correa al despertar. Momentos antes, Berta Guzmán, su esposa, había manifestado, en voz muy baja para no despertarlo, que este era su cumpleaños número 51 y que “es justo que al menos un día al año se dé ese gustico, máxime en una fecha tan especial”. Durante el desayuno, cerca de las 7 a.m., Fernando le dijo a su mujer que lamentaba haberla despertado tan temprano: “anoche se me olvidó programar el despertador para las 6”, le explicó. A-Pin visitó la oficina de Correa, y consultó con su secretaria, Verónica Osorio, quien informó que a las 8 de la mañana su jefe ya estaba en su puesto de trabajo lamentando no haber llegado más temprano. “No ha hecho sino quejarse desde que llegó, que porque la agenda que tiene hoy ni siquiera le va a permitir celebrar el cumpleaños”. (Para A-Pin, informó La Palmera)