Medellín.

Anoche, la secretaria Sara Pardo, de 29 años, malinterpretó las caricias que le estaba proporcionando Jorge Rueda, estudiante de sicología experto en sexualidad oriental. El hecho ocurrió en la casa de Pablo Gómez, primo de Rueda, quien acostumbra realizar pequeñas fiestas con las empleadas de su empresa. “Ya estaba súper rico con Jorge, y en medio de los besos me empezó a masajear muy raro”, afirmó Sara. Según contó Rueda, al ver que las caricias eran sistemáticas, la mujer le preguntó, “con humor pero sorprendida”: “¿Usted qué está haciendo?, ¿Me está embrujando?”. Aunque el joven informó que intenta “ser un amante diferente”, reconoció que estas artes amatorias no son para cualquiera: “El Tao del Amor y del Sexo ofrece un mundo nuevo de caricias… Presionar con la yema de los dedos los bordes del ombligo, o recorrer la piel de la fémina desde el cuello hasta la punta de la mano, eso las estimula, pero es que hay mujeres que están acostumbradas a lo de siempre: un man encima y ellas abiertas de patas”, expresó, y, tras salir de la casa, confesó a A-Pin: “así lo quiso, así se hizo”. (Informó: A-Pin)