Londres, Bricklane, octubre 30 de 2009

A pesar de haber tenido relaciones sexuales esta madrugada, la estudiante colombiana Salomé Muñoz, de 22 años, no pudo llegar al orgasmo por desconocer el significado de la expresión “correrse”. La mujer había accedido a ir a la casa de Agustín Zamora, un barcelonés que conoció anoche en una fiesta del trabajo. Al respecto, Zamora declaró: “Bebimos cervezas con alto contenido de alcohol, ella estaba un poco pasada de copas pero sabía lo que hacía, además estaba muy guay*”. César Vega, amigo del catalán, contó: “Se metieron al cuarto y dejaron la puerta abierta, nosotros no nos paramos a ver, pero los ojos sí se desviaban”, confesó. Sobre el momento íntimo, Salomé relató: “Mientras teníamos sexo, este catalán de mierda sólo me decía que me corriera, y aunque yo me sentía cómoda de todas maneras me corría hacia atrás y él me decía ‘me voy a correr’ y yo le respondía, ‘listo, dale correte’… Hasta que él se “corrió” y ahí fue cuando entendí que se trataba del orgasmo de los catalanes”. Al final, Salomé dio una alerta: “Ya saben mujeres, ¡en esos casos no se corran, vénganse!”. (Informó La Paisa)
*Guay: ¡Wow! Excelente, estupendo. Expresión para designar que algo está espectacular, completo y bien hecho… Ella, esbelta y provocativa.