Medellín, noviembre 15 de 2009

Tres pares de tomacorrientes le señalaron ayer a Johana Gil, de 22 años, en la plazoleta de comidas del centro comercial Litium Plazza, después de preguntarle a un vigilante si en la zona había Wi-Fi*. La joven universitaria declaró: “Mis compañeros me comentaron que aquí había red inalámbrica pero no me dijeron en qué parte”, y agregó que “ya había preguntado en el café Ramón Valdés y allá dijeron que no tenían”. El guardia consultado, Rubén Quiceno, de 37 años, con 12 de experiencia en la seguridad privada, le contó a A-Pin: “La niña se me acercó muy educada y le expliqué que sólo había en las columnas centrales”. El hombre condujo a la corresponsal a cada uno de los dispositivos eléctricos y afirmó: “Cuando la niña vino, todos los tomas** estaban ocupados, entonces le dije que le tocaba esperar para poder hacer uso de la navegación”. Johana, quien reconoció que apenas atinó a decirle al vigilante “Ah, bueno”, admitió: “Como de todas formas ando bajita de batería, y para no hacer sentir mal al señor, mejor camino otro poquito y me voy para Sandiego que allá conozco más”. (Informó: A-Pin)
*Pronunciado waifái, es la sigla de Wireless Fidelity y se refiere a la red inalámbrica para conectarse al mundo de la Internet.
**Forma resumida de tomacorrientes.