Manizales, diciembre 14 de 2009

Muy apenada se le sintió a la abogada Teresa Arrízala, de 44 años, cuando su esposo, el médico anestesiólogo David Cuartas, la sorprendió en su habitación con una fosa nasal adherida al boquete de un tarro de esmalte rojo marca Bardot. “Aunque ya había encontrado elementos extraños, como una bolsa llena de esmalte reseco, no imaginé que Tere pudiera tener ese tipo de desviaciones”, expresó el marido muy preocupado, mientras esquivaba las miradas de su esposa. Ella, aún con las pupilas dilatadas y el labio superior manchado, confesó a LeCar que este era su gran secreto hace muchos años y que  lo sucedido no le haría abandonar esta costumbre. “Ahora lo duro es mirar a la cara a David (pronunciado en inglés cariñosamente) porque él es muy riguroso con esas vainas”. (Para A-Pin, informó LeCar)

Esta noticia, de Carlos Mario Vallejo, obtuvo la segunda Mención del jurado en el GRAN PINOCHO 2009.