Medellín.

En la tarde del jueves 29 de octubre, Juanita Usquiano, de 57 años, corrió el mueble grande de la sala para encontrar una arveja que se le cayó. “Estaba desgranado las vainas cuando una arvejita salió volando y alcancé a ver que cayó detrás del sofá”, dijo Juanita con felicidad por haberla encontrado y enseñando el pequeño guisante a la reportera de A-Pin. Carolina Tangarife, hija de Juanita, pasaba por su lado en el momento en que ella se quejaba por la pérdida y salía corriendo a buscar la arveja: “Mi mamá me miró con cara de ‘no me vaya a gozar’, así que no le paré bolas y pasé de largo”, reveló. Luego de lavarla con agua y ponerla junto a las demás arvejas desgranadas, Juanita afirmó que “la comida está muy cara y no se puede desperdiciar, además eso se lava y queda igual”. A-Pin fue testigo del proceso final de desgrane y constató que todas las arvejas que se le cayeron, luego de una lavadita, volvieron al recipiente con las demás. (Para A-Pin, informó Truuca)

Esta noticia de Catalina Trujillo Urrego compitió hasta el último momento por ocupar un puesto en el podio del Primer Premio GRAN PINOCHO de Microficción Periodística, 2009.