Mientras una de las vendedoras de un almacén, en un reconocido centro comercial de Medellín, se medía una de las blusas exhibidas, este maniquí permaneció semidesnudo a la espera de la prenda. «Es por la época que apenas tenemos una o dos entonces toca bajarlas para medírselas», dijo Yaneth Gaviria, cajera del local. Cuando salió del vestidor, la vendedora, que prefirió reservar el nombre, dijo: «Ya, ya lo vamos a vestir». (Informó: Gloria E.)