Medellín, enero 8 de 2010

Siendo las tres de la mañana de hoy, a José Estrada se le terminaron los Piel Roja*, sus cigarrillos preferidos. “Me quedé con un vacío muy raro, no podía dormir y no estaban presentando nada bueno en la televisión, como siempre”, relató desconcertado. Don José, como lo llaman los vecinos, es un señor de 45 años, muy serio y respetuoso pero la ansiedad lo venció. Doña Irene, la tendera, dijo: “Faltando un cuarto pa’ las cuatro sentí que me tocaban la puerta con desespero… no podía creer que fuera don José a esa hora”. Don José, disculpándose por la hora le pidió venderle un paquete de cigarros**, infortunadamente no habían y don José se quedó con las ganas. “Tuve que acostarme sin sueño, habían unos Green Light*** de mi hija pero yo no soy capaz de fumar eso”, puntualizó. Nataly Estrada, su hija, le dijo a A-Pin que: “Lo sentí muy inquieto en la madrugada, le ofrecí uno de mis cigarros pero no quiso y me mandó con un grito para la cama, después salió y se fue”. (Para A-Pin, informó Lesthat)

*Piel Roja: marca de cigarrillos.
**Cigarro: término callejero para cigarrillo.
***Green Light: marca de cigarrillos mentolados.

Esta noticia de Edicson Alberto Martínez Ramírez participó en el Primer Premio GRAN PINOCHO de Microficción Periodística, 2009.