Medellín, enero 19 de 2010

Ayer en la mañana, en el barrio Prado, el joven Cipriano López, de 17 años, puso las cenizas de su padre junto a una pila de bolsas y residuos sólidos destinados al carro de la basura. La medida, que causó algún revuelo entre sus familiares más cercanos, fue justificada por López con el argumento de que los despojos mortales “no le hacían ningún bien a nadie”: “Lo de mi papá ya es pasado, y ahora lo que quiero es que esta casa tenga vida”, declaró, mientras empujaba un viejo armario que quería cambiar de sitio. Su prima Milena López asegura que el joven siempre se ha caracterizado por ser “extremadamente práctico”: “Priano’ ha sido así para todo, es que no guarda ni las cartas de amor de la primera novia”. Aunque la madre del joven se negó a dar declaraciones, su tía Isbelia González atribuyó parte del destino de las cenizas al carácter de Augusto José, padre del menor, fallecido hace un año: “Era un hombre loco, violento, una vez le pegó a mi mamá y todos le teníamos mucho miedo, así que no veo por qué ahora viene tanto escándalo”. A-Pin pudo conocer que durante el último año el cofrecillo de madera había permanecido en el cuarto del reblujo. (Informó: A-Pin)