SE LIMPIAN BRAZO CON PINO

Contrariado por la presencia de una sustancia pegajosa que descubrió en su brazo izquierdo después de hacer compras en un hipermercado, el señor Eulogio Medina, de 34 años, optó  por limpiarse con las hojas de un pino de mediana altura. «No sé cómo se me pegó eso, olía asqueroso, a basura rancia, a lixiviados mejor dicho», declaró. Gracias al roce repetido con el pino, logró desaparecer el olor, pero en su lugar obtuvo una mancha oscura, ocasionada seguramente por los aceites de la planta: «Prefiero manchao’ y oliendo a pino, que limpio y oliendo a basura», sentenció Medina.