Medellín, enero 29 de 2010

Ayer en la tarde, en el supermercado Carulla de la plazuela San Ignacio, Michael Alexis Pajón no supo dónde guardar un mango maduro, de unos 250 gramos, que le dieron como propina por empacar un mercado. El hombre, de 20 años, había empacado en cuatro bolsas los víveres adquiridos por una señora de unos setenta y cinco años. Según relató el propio Pajón -estudiante de biología- paró un taxi, metió las bolsas en la maleta y esperó la propina: “Ella dijo que tenía apenas cuatro mil pesos pa’ la carrera, entonces desempacó una bolsa, sacó un mango y me le entregó. Me encartó con eso, porque si lo entraba al almacén iban a decir que lo saqué de las frutas, y por más que intenté no me cabía en ningún bolsillo”. Doris Zuluaga, cajera con más de ocho años de experiencia en el oficio, aseguró que nunca había visto esta clase de propinas: “Acá hay gente que nunca da nada, o dan cien pesos si mucho, pero nunca había visto que entregaran un mango”. A-Pin pudo constatar que la fruta le fue regalada a un señor que pide limosna en el sector. (Para A-Pin, informó Fesova)