Villeta, Cundinamarca, febrero 7 de 2010

Ayer en la mañana, mientras desayunaba en su finca una arepa que al parecer estaba demasiado tostada, el señor Jairo Márquez sintió como su muela se partía en dos: “Fue un dolor intenso, sentí algo así como cuando uno parte un corozo con una piedra”, informó el afectado. Aprovechando la presencia de su cuñada, la odontóloga Laura de Francisco, y acosado por una terrible sensación, Don Jairo pidió que por favor le terminaran de arrancar “ese pedazo de muela”. “Como no tenía a la mano los instrumentos, tocó improvisar y proceder con un cortacutícula”, comentó la doctora Laura. Con un buche de whisky como antiséptico y sin anestesia, la mitad de la muela fue extraída ante la mirada atónita de los sobrinos del señor Jairo quienes documentaron el suceso con una cámara de video “para gozarse al tío el resto del paseo”. A-Pin confirmó que Don Jairo se encuentra fuera de peligro, pero con dificultad para masticar por un lado de su dentadura. (Para A-Pin, informó Valeria Mira)