El propietario de un local de comidas del centro occidente de Medellín reemplazó la cerradura de la nevera de helados de su negocio con un clavo y un imán. Según explicó, la chapa y la llave eran de plástico y se estroperaon por el uso, y aunque durante unos días dejó sin seguro el aparato, se vio obligado a tomar medidas para evitar los robos intempestivos, que se estaban volviendo frecuentes. «Se me ocurrió ponerle un clavito ahí en el hueco, pero quedaba hundido, entonces busqué un imán que tenía por ahí, y ya con eso sale fácil… y sólo lo usamos cuando un cliente quiere un producto». El hombre pidió que su identidad y la de su negocio no fueran reveladas para evitar represalias de CremHelado, la empresa que le suministra la heladera para distribuir de manera exclusiva sus productos. (Informó A-Pin)