LO CORCHAN MIENTRAS DECORA FACHADA

Mientras terminaba de armar una de las dos columnas de hojas con las que debía decorar el arco de la puerta del salón de eventos «Agasajos Gran Furor», ubicado en el parque del barrio Boston, dos mujeres corcharon* al joven Jorge Marín, empleado del lugar. Marín, subido en uno de los peldaños de la escalera de aluminio que le facilitaba la labor, debió excusarse ante las señoras, pues el interés de ambas era conocer las tarifas del salón: «Es que yo no sé los precios, y la muchacha que atiende no está», le dijo Marín a A-Pin, desde lo alto del segundo escaño. (Informó: A-Pin)

*Corchar: formular una pregunta que el interpelado no puede o no logra responder.