Después de haberse bronceado cara y cuello durante su primer día de trabajo, Juan Carlos Echeverri aceptó el trapo de cocina que le cedió su mamá Edilma para protegerse del sol. Echeverri, vendedor de mangas protectoras para el sol en la avenida San Juan con carrera 65, desde hace un mes pone el secador bajo su gorra para cubrirse la parte posterior de la cabeza, el cuello y la cara. «Donde no me ponga esto me quemo», le dijo a A-Pin, y agregó: «También me sirve para secarme el sudor». El comerciante afirmó que el trapo, decorado con motivos navideños, ya es de uso exclusivo para su cabeza y que su mamá lo lava cada dos días. (Informó A-Pin)