Cuando giraba a la derecha por la Avenida 33 con Carrera 63 B, el conductor Juan Carlos Ibarra debió tomar la decisión de apagar su taxi y dejarlo avanzar con el impulso que traía hasta un costado de la calle. Según Ibarra, el carro se recalentó de manera brusca por un daño en el radiador: «Empezó a botar toda el agua y esa aguja se subió ahí mismo», dijo. Como necesitaba bajar la temperatura del motor, Ibarra usó el agua de reserva que carga en un galón de plástico en el baúl del carro, pero como no fue suficiente debió pedir que se lo rellenaran en una tienda ubicada a todo el frente del lugar en el que estacionó. Mientras escuchaba por radio la transmisión en directo de los Juegos Suramericanos, Ibarra contó que no se varaba desde el año pasado, y calculó que en los cerca de 40 minutos que le tocaría esperar antes de llevar el carro a un taller del sector de San Diego, a casi veinte cuadras de ahí, dejaría de ganar unos 10 mil pesos. (Informó: A-Pin)
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