Medellín, marzo 30 de 2010

Ayer, luego de descubrir que las galletas que le había regalado su hija Claudia eran de chocolate, el señor Emilio Patiño se las devolvió. “A mí no me gustan las galletas negras, se las recibí porque pensé que eran de cualquier otro color”, declaró Patiño, de 68 años, señalando desde la puerta de su casa la mesa donde había abandonado el paquete con empaque azul. Su primogénita, odontóloga de profesión, le dijo a A-Pin: “Como él iba a salir a dar una vuelta y es tan mecatero, se las di para que comiera en el camino, pero no creí que me las fuera a rechazar así”. Cindy, su hermana menor, añadió: “Ella se las dio con todo el cariño, le dijo que eran muy buenas y él le dio las gracias, pero cuando iba saliendo preguntó de qué eran y Claudia le dijo: ‘de chocolate con crema de vainilla’, y ahí fue”. Todavía en la puerta, Emilio explicó sonriente: “A mí sí me gustan pero de naranja o de mantequilla o de fresa, ¡pero negras ni poquito!”. Una vez se despidió de su exigente padre, Claudia puntualizó: “Cada vez sale con caprichos más extraños, ahora le dio por ser racista con la comida”. (Informó A-Pin)