Medellín, abril 29 de 2010

Esta mañana, en un bus de Robledo, tras pasar la registradora en compañía de su madre, la niña Daniela Arboleda, de 11 años, levantó las manos y descubrió que por primera vez la barra superior del vehículo estaba a su alcance. “No me extraña, la niña está en edad de crecimiento, ahora es cuando más empieza a estirarse y ya se pasó a un vecinito de la cuadra que es mayor que ella. Usted sabe, las niñas se estiran primero que los hombres”, expresó su madre, Rocío Gutiérrez. Por su parte, Daniela no ocultó su satisfacción: “Estoy muy contenta, yo sé que voy a ser más alta que mi mamá, en el salón hay muchas niñas más altas que yo pero ya voy a comenzar a estirarme”. A-Pin constató que el techo del bus estaba un poco bajo comparado con otros, lo que ayudó a Daniela a alcanzar la barra. Según especialistas, las barras de los buses se convierten en todo un reto para los niños y alcanzarlas representa la transición entre usar el transporte público como niños y usarlo como adultos. Según confirmamos, Daniela quiso irse de pie a pesar de que había sillas disponibles, pero su mamá no la dejó. (Para A-Pin, informó Henry Barrera)